Los techos metálicos pueden sufrir daños de varios tipos que deterioran su resistencia y pueden causar averías estructurales graves:
- Se pueden obstruir las canales de recogida de agua a causa de acumulamiento de desperdicios y ocasionar encharcamientos y filtraciones.
- Los techos de metal se pueden perforar debido a algún golpe y crear una gotera
- El sellado de poliuretano tiene un plazo determinado de protección y una vez concluido. se reseca y crea grietas que permiten el paso del agua.